Dispara.

Dispárame el amor que me tienes en tus ojos.

El amor que me tienes en tus manos.

El que me tienes en tu garganta.

El que me tienes en tu sexo.

Introdúcelo en mis iris.

En mi corazón.

En mi boca.

En mi cuello.

En mi yugular.

En cada orificio de mi cuerpo.

Que sea a quemarropa.

Dispárame.

Dispárame tu amor.

Dispárame tú, amor.

Porque yo te he dejado ya desangrado y en el piso por la bala de amor que te he colocado en el centro del alma.